La gran tarea de reconstruir el perfil de un ser humano, en lo más íntimo de su escritura.
¿Sabías que un grupo de diseñadoras gráficas y docentes de la Universidad de Buenos Aires están trabajando en las letras manuscritas de Manuel Belgrano para desarrollar su tipografía?
Leyenda es una fundidora tipográfica de perfil histórico, un colectivo de apasionadas diseñadoras dedicadas a la enseñanza de la tipografía y el desarrollo de fuentes de sello argentino.
Producimos tipografías a partir de manuscritos originales de grandes referentes de nuestra historia. Nuestro objetivo es rescatar, reconstruir y traer al presente sus letras para que vivan por siempre. Hace varios años que asumimos este gran desafío, con el objetivo muy claro desde los comienzos, aún sabiendo que sería muy complejo y de largo proceso.
La letra manuscrita es un elemento muy propio, muy personal, que traduce en grafismos quiénes somos, qué tenemos para decir, con qué emociones lo decimos y cómo nos sentimos en ese preciso instante donde el gesto y la pluma mediante la tinta en el papel deja una huella y hace eternas nuestras palabras, así el mensaje viaja en el tiempo y nos mantiene vivos.
De esta manera, a partir de sus letras, recuperamos patrimonio y reconstruimos la historia con el compromiso, la responsabilidad, el cuidado y el respeto que merecen. Actualmente estamos trabajando en la tipografía de Manuel Belgrano y de José de San Martín.
La reconstrucción fiel de la letras manuscrita y su impronta, renace en tipografía.
El proceso de trabajo comienza con la búsqueda de material de archivo y una gran investigación, siempre asesoradas por un equipo de historiadores que nos ayuda a situarnos en el contexto para sumergirnos en el momento histórico y sociocultural, para poder reconstruir el perfil de ese ser humano, conocerlo y entenderlo, no solo desde la lectura e interpretación de los textos, sino también desde lo más profundo de su escritura.
Una vez que tenemos el material y la investigación avanza, pasamos a la etapa de identificación de la letra.
Eran épocas donde había mucho que escribir y en ocasiones los amanuenses eran los encargados de copiar el dictado del mensaje que luego sería firmado por el autor del mismo. Por lo tanto era muy habitual que quien firmara no necesariamente escribiera los textos.
Es por eso que diferenciar las cartas autógrafas (escritas de puño y letra por el que firma) e identificar su propia caligrafía es un proceso complejo pero fundamental para reconstruir con certeza cada signo.
Luego de identificar el material fidedigno, a partir de imágenes en alta resolución, seleccionamos los signos paradigmáticos.
Los clasificamos, identificamos en grupos de parentesco y luego comenzamos la vectorización de manera casi artesanal, nodo a nodo, para no perder detalles, para rescatar su esencia.
La reconstrucción respeta las reglas de quien escribe y el dibujo genuino. No hacemos una reinterpretación, somos fieles a la huella en el papel, el recorrido de la pluma, la mancha de tinta, la textura, la impronta como insignia de su humanidad.
Para no perder la fluidez de la escritura original, trabajamos una amplia variedad de signos alternativos, logrando de esta manera, desafiar lo mecánico y estructurado de la tipografía.
Una escritura diminuta pero poderosa.
La escritura de Manuel Belgrano es un claro manifiesto de su formación y su educación.
El tamaño de la letra escrita es extremadamente pequeño, de altura constante y sin grandes sobresaltos. Mantiene ordenado el apoyo sobre el renglón, así como respeta armoniosamente el eje de inclinación de la letra, con una estabilidad destacada.
Si bien el uso de abreviaturas era una tendencia de la época, con el objetivo fundamental de hacer la escritura más veloz ante la gran necesidad de tanto para decir y escribir, Belgrano las usa en exceso, e incluso en ocasiones conviven juntas en un mismo renglón con una fluidez extraordinaria, este es un claro testimonio más de su destacada formación.
La escritura es el gran invento de la humanidad que trasciende el tiempo y nos permite comunicarnos con otras culturas y épocas pasadas.
La letra, maravilloso grafismo, nos acerca a esas personas que admiramos desde un perfil más humano, porque si bien son dignos del bronce, también fueron hombres y mujeres que escribieron la historia, nuestra historia, y la de sus propias vidas.
¡Belgrano es inmenso! Un ser humano increíble, admirable en cada trazo, movilizador en cada palabra.
El Instituto Nacional Belgraniano acompaña nuestro proyecto desde los comienzos, nos abrió sus puertas para poder trabajar en equipo, confía en nuestro proceso, cree en el aporte histórico y patrimonial de la tipografía, con en el claro objetivo de mantener vivo su legado y acercarlo a las nuevas generaciones.
Para concluir, dejando de lado los tecnicismos, los términos tipográficos, lo académico y nuestra profesión misma, debo decirles que aunque hace años que estamos trabajando en esto, cada vez que tenemos un documento escrito por Manuel en nuestras manos la emoción nos atraviesa profundamente, nos conecta en cada letra, nuestros ojos brillan llenos de lágrimas, y nos recuerda que somos felices haciendo Leyenda.
“Vectores difíciles hacen Diseñadores valientes” es nuestro manifiesto.
¡No es tarea fácil, lo sabemos!
Abrazamos la historia que nos hace bien.
¡Viva la tipografía de sello argentino! ¡Viva el diseño latinoamericano!
DG Andy Quetglas
Fundadora, Directora Creativa y Diseñadora de Tipos de LeyendaType.
IG / leyendatype